Un toque de modernidad
y frescura en Pozuelo
En este restaurante de Pozuelo de Alarcón (Madrid) se quiso dar un toque moderno y, al mismo tiempo, crear una atmósfera cálida a través del uso de colores vivos (rojizos y arenas) en la paredes y la decoración con lámparas y cuadros, que dan a su vez un toque elegante.
Se ha sabido combinar los colores rojos de algunas de las paredes y los negros del mobiliario con la luminosidad que aportan las cristaleras que recorren el frontal del local, así como las paredes en blanco. Siguiendo la distribución original con la que contaba este espacio gastronómico, se quiso crear diferentes ambientes en función de la zona del restaurante. Así, a la entrada del restaurante y aprovechando las cristaleras que recorren toda la fachada, se creó un espacio más luminoso buscando el contraste con materiales más fríos como forja y vidrio (foto arriba). La barra prncipal (foto abajo derecha), en tonos oscuros, sirve al mismo tiempo de separación y de nexo de unión entre la mencionada zona de entrada con el comedor principal. En el comedor predomina el mobiliario en colores negros y en el que se ha querido introducir un toque fresco a través de los colores rojizos de las paredes (rojos y cremas) e introduciendo artículos de decoración que ponen la nota sofisticada, como cuadros con diferentes motivos y otros detalles (sombrero elaborado con plumas, también en tonos rojizos).
Espacio creado por Kélvedon
Fotos Fernando McAuley